Por considerarlo de especial interés, nuestro portal reproduce la interesante entrevista realizada por la periodista Inés Aizpún al representante del BID, Miguel Coronado, para el periódico Diario Libre.
SANTO DOMINGO. A pocas semanas de cerrar la primera etapa del programa de Revitalización de la Ciudad Colonial, las instituciones involucradas estudian cómo acometer la segunda. En septiembre, el BID deberá presentar el informe final de resultados. Miguel Coronado, representante del Banco Interamericano de Desarrollo en la República Dominicana desde enero de 2018, ha asumido el reto de hacer posible que el préstamo de 90 millones de dólares que tiene reservados el BID para la segunda fase del proyecto encuentre su encaje en una nueva forma de gobernanza.
La puesta en valor del centro histórico de Santo Domingo entra en los proyectos del BID en el marco de una red de ciudades históricas. Antes el banco ayudó en la recuperación de Quito, Lima, Bahía, Guatemala…
¿Se compara el trabajo en estas ciudades con el que están realizando en Santo Domingo?
Estamos integrando Santo Domingo a una red de ciudades patrimoniales que comenzó con la primera intervención que el banco hizo de Quito. Hay ciertas ciudades que son muy representativas, Santo Domingo tiene este tesoro de casi 100 manzanas (cuadras) declarado Patrimonio Histórico por la Unesco en 1990.
La República Dominicana tiene turismo de playa y sol, turismo de todo incluido. Hoy en día la tendencia de turismo ha cambiado mucho… Había una gran preocupación. Todo el mundo habla de esa parte histórica pero no tenía ninguna identidad para poder atraer a la gente. Y para proteger ese patrimonio, había que empezar por dotar la ciudad de esa personalidad que se necesita.
¿Cómo evalúan los resultados de la primera etapa del préstamo, se cumplieron los objetivos?
Se ha hecho una gran inversión por el gobierno y se puede ver toda la revitalización que ha tenido la Ciudad, la recuperación del espacio público. Hoy día, todos nos estamos peleando por el metro cuadrado, para pasar la bicicleta, el motor, el auto. Se puede caminar en Ciudad Colonial y antes era un peligro, tú no podías ver una ciudad limpia y con seguridad. Eso sin hablar de toda la revitalización y todo el apogeo económico que es innegable.
“Invertir en Zonas Coloniales es de suma importancia por la identidad que está dando a nuestras ciudades, por la riqueza no solo patrimonial, cultural, social, sino por el impacto que tiene para sus habitantes y su preservación…”
¿Hay un plazo fatal para el préstamo?
No, hay un programa sólido con una visión de que se quiere intervenir, cuál va a ser el impacto en diferentes áreas. Esto va a tener muchos beneficios económicos y sociales para toda la población en general, no tenemos dudas. Hay que hacer los trámites internos que se requieren, estamos consolidando este modelo para la implementación los mismos retos que hemos tenido en la primera operación pero esto es con miras a darle algo a esta ciudad que a largo plazo va a seguir en el tiempo.
El MITUR calcula que el sector privado ha invertido ya 100 millones de dólares…
Sí, nosotros estamos haciendo una evaluación por el programa, para ver el antes y el después y poder tener resultados muy concretos. Son casi 520 los nuevos negocios que se han establecido al 2017.
Nos toca cuantificar, hemos tenido un programa de fondos multilateral de inversiones que nos puede servir también de fuente para decir cuánta gente capacitamos y cuánta gente abrió negocitos. Es increíble cómo ha aumentado la oferta gastronómica cultural y de ocio.
El gobierno debe cumplir con una serie de requisitos internos para poder desde el punto de vista formal cerrar la operación con nosotros. Debe tener los recursos en su presupuesto, eso lo hizo el año pasado pero no se alcanzó a firmar el contrato. Este año tiene que esperar a mandar su presupuesto reformulado para cubrir las partidas, para estar habilitado. Esto es lo que estamos esperando. Se busca un nuevo modelo de gestión, ayudar a esa gobernanza. Se aprendieron muchas cosas en la primera ejecución de la operación y hay muchos factores que inciden en esas 100 manzanas. Es el sector público, el sector privado, la población, la Alcaldía, el Ministerio de Turismo, de Cultura, de Movilidad, Intrant…
Ese es nuestro reto, estamos tratando de sentarlos a todos en la mesa a dialogar y a que se pongan de acuerdo de cómo vamos a hacer la gobernanza de la ciudad.
¿Se trata entonces de definir quién hace qué?
Exacto. En ningún momento se trata de socavar, restringir las competencias, en ningún momento nosotros hemos querido apropiarnos o proponer… Cada una tiene una institucionalidad, que hay que respetar. Nosotros no estamos proponiendo ni quitando competencias a ninguna de esas entidades pero cada quien en el proceso tiene que hacer lo que corresponda, el que tenga que autorizar que se rompa la calle, que venga, el que presta el servicio que lo preste… Por decirlo de alguna forma, no estamos tomando parte. Aquí hay una serie de instituciones con competencias, responsabilidades concretas y bien definidas.
Aun en Washington por ejemplo, cuando se decidió recuperar el patrimonio histórico de la ciudad se comenzaron a establecer figuras legales que permitieron atraer al sector privado y al sector público a trabajar. Se busca un modelo que garantice continuidad en el tiempo, ese es el gran problema y tratar de desvincular el tema de los plazos políticos. Esto es de la comunidad, esto es del pueblo dominicano.
¿Y hay un plazo?
No, en lo que hay que enfocarse es en cómo hacemos nosotros la transición en el cierre de nuestra primera intervención y como le damos inicio a la que sigue y no parar.
Vivienda
¿Cuál es el objetivo de la segunda etapa?
Lo que buscamos nosotros es que la gente que está ahí se quede. Ahí a la gente hay que cautivarla, ¿cuál es su problemática, como la mejoramos? Casi el 25% de la vivienda es precaria, el 72% no tiene título regulado, casi el 10% no tiene agua, el 25% está desocupado… Y no queremos una ciudad museo, ni un parque temático, queremos una ciudad viva.
Queremos que la gente que está tenga su identidad, viva su barrio, lo cuide, lo quiera. Esta intervención está buscando arreglar, hacer lo que ya hicimos en un número mayor de manzanas pero adicionalmente ayudar en la parte norte/oeste. Esta parte hay que integrarla a la ciudad y eso es parte del esfuerzo que estamos haciendo y en la que el gobierno se va a enfocar.
El problema de titulación es realmente un freno….
Sí. Hay una serie de acciones que van dirigidas a beneficiar las condiciones de cómo vive la gente y que la gente se apropie de ese espacio y podamos tener un impacto económico y social. Adicionalmente, esa gente hay que capacitarle, vamos a tener un programa para ver cuál es la actitud y habilidades que esa persona tiene y cómo logramos capacitarla, insertarla al mercado laboral de una forma regular.
La Zona Norte
¿Qué barrios se intervendrán?
San Antón, San Miguel y Santa Bárbara. Esto está motivado que se va a hacer una intervención en las Ruinas de San Francisco. (El dominicano debe decir cuándo se va a hacer la intervención.)
Pero ahí lo importante también es que se va a recuperar esa muralla. No se pensó solo en recuperar las ruinas, sino que las ruinas son el polo principal, el ancla. Inmediatamente se va a recuperar San Antón que está al frente, la plaza, la capilla, se va a reconstruir toda la muralla, el fuerte de San Antón, el de Santa Bárbara da la vuelta al oeste. Se va a hacer un parque lineal a lo largo del río Ozama y entonces al recuperar ese patrimonio automáticamente se está incorporando la zona norte al conjunto, principalmente San Antón y Santa Bárbara.
Aunque San Miguel está incluido realmente San Antón y Santa Bárbara son los que tienen la mayor cantidad de viviendas en mal estado y la intención es intervenir arreglando calles, casas, plazas, arreglando los equipamientos públicos de manera que logremos que la población se quede, porque si no se hace nada va a comenzar la presión del sector privado y compra todo y es lo que no queremos.
¿El proyecto incluye a la Avenida Mella?
Si, ahí hay casi 5 millones de dólares para el Mercado Modelo.
¿Tienen miedo de que se produzca un proceso de gentrificación?
Casualmente esa intervención está diseñada para mitigarla. Queremos tratar de que se integre esa parte a la ciudad, que la gente pueda vivir donde está hoy en día y pueda tener soluciones y no se le vuelva esa ciudad un museo.
No todos los propietarios van a poder arreglar las casas…
Exactamente, vamos a respetar la oferta en la zona norte y oeste, pero el modelo de intervención que hagamos aquí va a establecer el standard para cómo recuperar todo. Tentativamente tenemos para atender 200 propiedades, ahora mucha gente es inquilino, se dice que se puede hacer un subsidio de hasta 18,000 mil dólares para mejorar la propiedad, pero si hay gente alquilando no queremos que expulsen a la gente. El dueño legítimo tiene que firmar un contrato donde se compromete que por 7 años esa gente se quedará ahí. Se les da el dinero para arreglar lo que tenga que arreglar pero el inquilino tiene derecho a quedarse 7 años más. La idea es estabilizar y a la vez arreglar propiedades, atraer más gente, lo que se quiere es que en algún grado los mismos vecinos de estos dos barrios se beneficien de esa nueva oferta turística, abriendo pequeñas empresas o negocios.
“Uno ve muchos titulares negativos, se pegan de las cosas malas cuando realmente el proyecto tiene muchos beneficios. La gente debería estar sumando esfuerzos: ayúdennos para que esto sea una realidad y esas 100 manzanas estén hoy en día en el mundo y la gente se sienta y se apropie de su barrio, de su ciudad.”
Santa Bárbara es la que presenta las viviendas en condiciones más peligrosas…
Sí, en Santa Bárbara y San Antón es donde nos queremos concentrar. Acá lo importante es la gobernanza, la gente piensa que el tema es solo gobernar: es también cómo traemos a toda la clase empresarial, pero también a los habitantes, a sus representantes. Parte de lo que estamos haciendo es tratar de reunirnos con los diferentes actores para contarles que es lo que se quiere hacer, cómo van a participar. Y cómo este proyecto les va a beneficiar.
¿Y qué hay de la peatonalización, los parqueos, la movilidad…?
Está incluido, en este momento básicamente el Intrant está terminando de hacer un plan específico que considera todo lo que fue evaluado para la Ciudad Colonial porque el gobierno trabajó un plan estratégico todo Santo Domingo y no se puede aislar la Ciudad Colonial del resto de la ciudad. Los estacionamientos están el programa, hay recursos y alrededor de esa intervención hay espacios apropiados que ya se identificaron El Intrant en coordinación con el ADN está haciendo un mapeo mucho más detallado de todos los espacios disponibles. El estacionamiento no es una isla, por donde es que los vehículos tienen que entrar y parte de la propuesta es que la Avenida Mella cambie de sentido. Esto es un trabajo conjunto del Intrant con ADN e Intrant está terminando de realizar esta propuesta. La intervención paulatinamente irá peatonizando cada vez más.