El turismo dominicano es una pieza fundamental del desarrollo económico. Las estrategias que han desarrollado las autoridades en los últimos años han sido positivas. El país ya alcanza las 80 mil habitaciones. El número de turistas por año llega ya a los 7 millones, y en perspectivas nos encaminamos hacia los 10 millones por año, en una estrategia que dispuso el gobierno del presidente Danilo Medina.

En un encuentro realizado este miércoles, con representantes de medios de comunicación, la presidenta de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES), Paola Rainieri, dijo que somos la potencia turística del Caribe y que nuestros competidores en la región tienen músculos y habilidades desarrolladas por los muchos años en el sector.

El 60 por ciento de los turistas que visitan la República Dominicana vienen del norte de América, vale decir, Estados Unidos y Canadá. El turismo europeo sigue teniendo relevancia, pero crece con rapidez el turismo procedente de Argentina.

Ranieri destacaba el efecto multiplicador del turismo, y la gran cantidad de sectores de la economía que están influenciados y se benefician de la actividad turística. Se ofreció el dato de que por cada peso que el Estado otorga en exenciones fiscales a la industria turística, al Estado y al país se le retorna por lo menos la cantidad de 280 pesos. Aunque haya que revisar esos datos, hay que reconocer que las regiones donde el turismo se ha desarrollado son las que tienen más empleos disponibles, como el caso del Este, y las que registran mayor desarrollo económico.

Por tanto, como estrategia nacional para nuestro desarrollo, el turismo es y seguirá siendo importante. Todos los sectores están en el deber de empujar en la misma dirección para que el turismo siga la tendencia al crecimiento. Autoridades, sector privado y grupos independientes.

Todo esto hay que decirlo porque el país está siendo atacado, utilizando un punto en el que se registran debilidades y disgustos: La seguridad ciudadana.

Hay raterismo en las grandes ciudades y lo sufrimos principalmente los ciudadanos dominicanos. Sin embargo, los turistas, ubicado en las zonas de esparcimiento, tienen protección y tienen establecido una especie de cordón de seguridad establecido por los propios hoteles, en los que resulta casi imposible que puedan darse incidentes como los que podemos presenciar en las calles de Santo Domingo o cualquier otra ciudad.

La campaña que se ha utilizado para denigrar el turismo dominicano se sustenta en las muertes de tres ciudadanos de los Estados Unidos, y en una agresión sufrida por una turista en horas de la madrugada en una zona de empleados del hotel en que se encontraba.

Una de las muertes está comprobada que se produjo como resultado de un infarto. Otras dos están en fase de investigación, y la agresión de hace cuatro meses a una ciudadana norteamericana, sigue siendo investigada. Las autoridades están obligadas a concluir las investigaciones y ofrecer sus resultados tan pronto como sea posible, sin festinarlas.

El Ministerio de Turismo debe ya ofrecer respuesta oficial a la campaña de descrédito sobre la seguridad en los hoteles de la República Dominicana. Se trata de casos circunstanciales, que ocurren en cualquier país. Un caso o dos casos en un país que recibe 7 millones de turistas es poco representativo, y no puede dar pie a campañas tan agresivas como las que estamos viendo en ciertos medios de comunicación.

Ahora hay que dar respuestas oficiales a esta campaña, y posteriormente, cuando hayan concluido las investigaciones, se ofrecen sus resultados.

El país ha decidido apoyar su desarrollo en el crecimiento del turismo, y eso debe continuar. Hay que hacerles frente a campañas denigrantes como las que hemos visto en las últimas semanas.

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