OTTAWA. Canadá. La I Muestra de Cine Dominicano en Canada ha servido para analizar la vinculación tan viva y dinámica y transformadora socialmente de la cultura, el turismo y el cine. Seis expositores analizaron la relación del cine con el turismo, la cultura los comportamientos y la identidad nacional. Los ponentes fueron la directora de cine Leticia Tonos, el productor canadiense de cine Michael Dobbin, de Quiet Revolution, Sylvie Jansen, catedrática de la Universidad de Carleton, Alivia Mayer González, de la Universidad UNAM, de México, Peddy García, del Comisionad Dominicano de Cultura en New York y José Rafael Sosa, crítico y periodista dominicano.
El panel Promoción de la cultura a través del Cine, montado en el recinto de la Universidad Nacional Autónoma de México para acompañar la I Muestra de Cine Dominicano que ha incluido Juanita (Leticia Tonos) el documenta hay un país en el mundo (José Enrique Pintor) y la comedia dramática Colours (Luis Cepeda).
La Muestra fue acogida por el recinto de la UNAM en Ottawa como parte de su programa de difusión de la cultura hispanoamericana y ha resultado un éxito como representación de la industria del cine nacional debido a la calidad de las tres producciones
La exhibición y debate del cine criollo es montada por iniciativa dela Embajada Dominicana en Canadá, con apoyo de la Dirección General de Cine y el Ministerio de Turismo y la línea aérea Air Transat.
Mosaico fotográfico de imágenes suministradas por la Embajada Dominicana en Canadá.
La Ley Nacional de Cine en RD ha contribuido, desde 2012 cuando entro en vigor, a reposicionar la nueva imagen de la mujer, que desde 2003, con Éxito por Intercambio, la exponía como simple objeto sexual, encadenado a la percepción machista de muchos directores.
Las tres películas fueron vistas por casi 300 personas que acudieron a la convocatoria. Las tres lograron mucha acogida y aplausos del publico en el salón de audiovisuales de la UNAM Ottawa, dijo el embajador Pedro Vergés Cimán. Acudieron cineastas, estudiantes de cine, profesores universitarios, estudiantes canadienses y latinos de la institucion academica mexicana en la capital canadiense.
Tonos destacó que la mayor parte de las producciones tras la ley nacional de cine, exceptuando algunos directores que sigue apegados a la perspectiva que no otorga el papel fundamental de las mujeres en la sociedad y la cultura, se evidencia un avance en la producción cinematográfica dominicana.
El productor canadiense de Cine Michael Dobbin, de Quiet Revolution, dijo que el cine de su país es bien apoyado por la ley nacional canadiense con incentivos records de hasta un l 40 % de beneficios fiscales pero objeta el que productores de norteamericanos se aprovechan de esos llegan al país solo para aprovecharse de los incentivos legales y usan los escenarios naturales de Canadá, a los que agrega la bandera estadounidense y otros símbolos, el perjuicio de la marca nacional canadiense en esas películas. Dijo que las co-producciones, son importantes si los países participantes preserven sus identidades en beneficio de la marca país.
La catedrática Sylvie Jansen expuso que el cine canadiense enfrenta numerosas dificultades para ser proyectad en Estados Unidos debido a que no se ajusta al patrón comercial de Hollywood y en cambio se apoya en el perfil cultural de un pueblo resultado de mezcla de diversas culturas. Indico que el cine de su país paga caro el no ajustarse al cine norteamericano.
Peddy García, del departamento de Cine y Audiovisuales del Comisionado Dominicano de Cultura en NY, dijo que el cine nacional hecho en el exterior refleja la perspectiva culturalmente distinta a la que se hace en la Patria.
Explica que es un cine hecho por una comunidad dominicana que dejo su país, y que lucha por establecerse en un medio social de otra nación, proceso que dijo es difícil y trabajoso, en el curso del cual tienen que enfrentar
Jose Rafael Sosa destaco que el cine y la cultura mantienen una relación reciproca y que se transfieren mutuamente valores, actitudes y normas de comportamiento. Destaco los avances que ya no es posible hablar del “cine dominicano como conjunto” porque son muchas las expresiones y vertientes de perspectivas que se verifican en la industria.