Por Kilssy Mendez, Larimar Magazine.
Ubicada al suroeste de la República Dominicana, específicamente sobre la costa del Mar Caribe y con una extensión territorial de 1,639.42 kilómetros cuadrados, Barahona (También conocida como La Perla Del Sur) es una de las provincias más importantes del país por todos los grandes atractivos naturales que posee a pesar de aun no estar desarrollada turísticamente.
Con un clima que oscila anualmente entre los 26 grados Celsius, esta idílica provincia limita al Norte con el municipio de Fundación, al Oeste con Cabral, al Sur con el municipio costero de La Ciénaga y al Este con el Mar Caribe, siendo este último punto el que crea todas las condiciones naturales que hacen de Barahona un lugar verdaderamente majestuoso.
A pesar de toda la biodiversidad que exhibe, uno de sus atractivos principales se centralizan en su zona costera, la cual cuenta con unos 37 kilómetros aproximadamente ininterrumpidos hasta el municipio de Enriquillo, donde el impetuoso y bravío Mar Caribe exhibe toda su fuerza y la belleza de sus colores, que como si se tratara de un festival refleja varias tonalidades azules que van desde los más claros hasta alcanzar un místico y profundo azul rey.
Pero en esta extensa costa no solo el mar es el protagonista, sino que se jacta de contar con una conjugación extraordinaria y hasta egocéntrica de elementos naturales por la extensa, arropante y exuberante vegetación que vigila el trayecto de todos aquellos que vienen a visitar este paradisíaco lugar desde lo alto de las montañas, guardando dentro de sus entrañas una gran cantidad de vida silvestre que son los primeros en aprovechar el rico caudal de los ríos que emergen de las montañas, recorriendo con delicadeza sus bosques hasta sellar con un tierno beso las aguas del Caribe.
En la costa de Barahona se vale soñar, ya que sus diferentes ríos, playas y vegetación, crean el ambiente perfecto para apartarse de la cotidianidad, de lo normal y hasta de los problemas, sumergiéndote en un espacio lleno de calma pero al mismo tiempo invitándote a descubrir su fresca y exquisita gastronomía como otro de los regalos del mar.
Naturaleza por descubrir
Aunque esta provincia es constantemente visitada por locales, nacionales y extranjeros durante todo el año para disfrutar de sus playas, visitas que se intensifican en el período de Semana Santa y durante el verano para sofocar el intenso calor, lo cierto es que Barahona no es un destino de playa sino de montañas.
Debido a esto tanto el Clúster Turístico y el Ministerio de Turismo, trabajan para interesar a los turistas a descubrir un Barahona diferente, un Barahona verde que necesita encaminarse hacia el ecoturismo, elemento que no solo ayuda a hacerla auto sostenible y brindar apoyo a las diferentes comunidades para que se empoderen de su propio desarrollo, sino que contribuye a preservar su importante e imprescindible medio ambiente.
En este sentido, del otro lado del mar usted puede encontrarse con todo un mundo por descubrir lleno de ríos, densa vegetación, cuevas, aves, reptiles, entre otros aspectos que han sabido aprovechar algunos hoteles y cuyos resultados hablan por sí mismos.
¿Barahona frío?
Como parte de la biodiversidad de la provincia se encuentra su microclima, al tener lugares que rompen con los estándares conocidos con temperaturas sumamente agradables incluso durante el verano como es el caso del municipio de Polo, que se encuentra a 700 metros por encima del nivel del mar y cuyo clima le permite tener uno de los cafés más reconocidos del país. En este municipio la temperatura no es solo su atractivo, cuenta a su vez con el “Polo Magnético” que es uno de los puntos obligatorios de visitantes curiosos que apuestan por descubrir si se trata de un magnetismo o pura ilusión óptica, para culminar con un interesante y magnético recorrido con un chapuzón en las frías y cristalinas aguas de sus famosos ríos, Mata de Maíz y Mata de Rulo.
Mientras que Cachote es un bosque nublado que se encuentra en el municipio de La Ciénaga a unos 1,200 metros sobre el nivel del mar, lo que hace que sea uno de los lugares que presentan un microclima especial al tener temperaturas frías durante todo el año, al igual de caracterizarse por estar la mayor parte del tiempo arropada por una densa neblina. Su flora y fauna silvestre son verdaderamente especiales y goza de uno de los observatorios de aves más importantes de la Región Enriquillo.
Rutas
El conocimiento se vuelve parte del turismo que se realiza en la provincia de Barahona con sus dos rutas más conocidas. La ruta del café establecida como sendero en el municipio de Polo donde podemos encontrar El Cafetero Madre y La Factoría del Café, recorrido que ofrece toda una experiencia sensorial del cultivo y proceso del mismo para finalmente conquistar nuestro paladar con uno de los cafés más finos y buscados del país.
Por otra parte tenemos la Ruta del Azúcar realizada por la Fundación Central del Consorcio Azucarero Central ubicada en el distrito municipal de Villa Central, el cual busca acercar a los visitantes a todo el proceso de producción de la caña en los bateyes, la producción y embazado del azúcar en el ingenio con el que sin duda apreciaremos la parte más dulce de la provincia.
Cuatriboliao y Minoso
Además de “La Perla Del Sur” no hay una frase que más identifique a Barahona como la de ser un pueblo “Cuatriboliao” y “Minoso”, frase célebre pronunciada por primera vez por el fenecido Julio Tepe en un anuncio de una casa licorera del país con el que pretendía hacer alusión a todos los tesoros que se encuentran por las cuatro esquinas de esta provincia.
Minas de Sal y Yeso en Las Salinas, el Larimar en Bahoruco, piedra preciosa que solo se encuentra en la provincia de Barahona y que se ha convertido en Piedra Nacional, las Aguas Termales de Canoa, a cuyas aguas minerales que emanan del suelo con más de 5 grados Celsius que la temperatura de la superficie se le atribuyen propiedades curativas para la piel y otras afecciones, son solo una muestra de lo “cuatriboliao» que Barahona es y puede llegar a ser.
Con una biodiversidad que algunos catalogan como suerte y otros como un inconveniente a la hora de conjugar todos estos elementos para desarrollar el turismo, no queda duda de que Barahona es una provincia como pocas, que al igual que muchas otras provincias que tienen décadas desarrolladas turísticamente hablando, lo tiene todo para ofrecer.